¿La vejez pasiva?

“¿Sabes cuándo te consideras mayor? Cuando te levantas de la silla….”, comenta Lola y estalla a carcajada limpia. Tiene las dos rótulas casi rotas. Se ha caído siete veces y en la última se hundió dos costillas. Lleva dos fajas con las que no puede casi ni respirar. Era cantadora del valenciano y ha vivido en Mislata desde que las calles no estaban asfaltadas. Con 70 años, se ha apuntado a yoga en la Oficina del Mayor de Mislata, que combina asociaciones, coordinadas por el Ayuntamiento, para realizar más de cien talleres orientados a las personas empadronadas y con más de 65 años.
“El corazón siempre lo he mantenido joven”, bromea Lola, quien reconoce que al principio creía que no podría con los estiramientos. Probó a sentarse, en vez de hacerlos tumbada, y lo consiguió. Para ella, la fórmula es adaptarse a sus posibilidades, no dejar de hacerlo.
Lola se opone a una visión del envejecimiento que ha calado entre la sociedad española. En el informe sobre Las Personas Mayores en España del Imserso del 2012, un 30% de los encuestados relacionaban la vejez con mala salud, incapacidad de valerse por sí mismo y necesidad de cuidados. Sólo un 17% creía que, por encima de todo, las personas mayores eran activas y disfrutaban de la vida, y el 11% remarcaba la ayuda que brindaban a sus familias.
Cada etapa de la vida va unida a un estereotipo y vagas generalizaciones. En el caso de la vejez, como puede aparecer la patología tanto física, como psíquica y fundamentalmente cognitiva con más facilidad, se afianza de forma más severa, explica Emilia Serra, codirectora del Máster en Psicogerontología de la Universitat de València.

Además de ligar vejez con patología, “los medios de comunicación asocian vejez con soledad y pasividad porque es más vendible”, explica Sacramento Pinazo, profesora de Psicología Social en la UV y presidenta de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología, que cuenta con un grupo de investigación para fomentar una nueva imagen de la vejez. Sus últimas investigaciones indican que otorga más audiencia ofrecer esa visión que constatar que hay 150 nuevos alumnos en la Universitat dels Majors de Gandia con ganas de hacer cosas en este nuevo curso.
Esta concepción mental que difunden las películas o los grupos mediáticos ha calado en las estructuras representativas. Desde la perspectiva de la presidenta, se prescinden de las voces del Consejo Valenciano de Personas Mayores, órgano consultivo que debería recoger las demandas y necesidades de esta parte de la ciudadanía. “El Gobierno sigue sin darse cuenta del potencial tan grande que hay en las personas que envejecen”, concluye Pinazo.
Desde 2012 ,NOVAIRE, la red de residencias de Alicante y Castellón, convoca anualmente un concurso fotográfico para fomentar una nueva imagen de la vejez: "Miradas cómplices". Arriba, el cartel de la convocatoria del año pasado y abajo “Escenas de la vida radioactiva", de María Moldes, premio a la mejor colección en la misma edición.
Psicología positiva y cerebros activos
Por otra parte, la imagen de las personas mayores depende de ellas mismas. La persona que se acomoda o anquilosa es porque quiere, según Mari Carmen Romero, quien, durante sus dos primeros años en la Nau Gran, trabajaba y estudiaba al mismo tiempo.
Se puede pasar de un envejecimiento patológico a uno mejor de lo esperable si se mantiene una psicología positiva para enfrentarse a las emociones negativas y si se ha trabajado o se trabaja el cerebro. No se trata de ser un erudito intelectual, según José Mazón, neuropsicólogo del Instituto Valenciano de Neurociencias. Lo que más estimula a este órgano es salir de su zona de confort y aprender algo nuevo.
Por orden de aparición en el vídeo: Emilia Serra, codirectora del Máster de Psicogerontología de la Universitat de València, y José Mazón, neuropsicólogo del Instituto Valenciano de Neurociencias.